lunes, 15 de marzo de 2010

LA DESAPARICIÓN DE LA HISTORIA


Si preguntamos a cualquier persona, sea del lugar que sea seguro que todos o la inmensa mayoría han escuchado hablar o incluso han visitado alguna vez Constantina, sí Constantina de la sierra, aquel bello paraje en pleno centro de la sierra norte Sevillana, con su gente, su peculiar clima, su ermita, su torre, su castillo … ¡Hay su castillo!. Ese castillo que permanece a su cuidado desde tiempos inmemoriales, ese mismo castillo que ha visto tantos amaneceres entre el valle, aquel que ha visto pasear bajo sus pies a tanta gente diferente, ese que presenció tantas madrugadas de frío, inviernos de nieve, veranos calurosos y florecer la primavera en su plaza del homenaje. El mismo que fue espectador de lujo del milagro en que nuestra patrona, la Señora del Robledo se apareció al pastor y como poco a poco el pueblo creció y se hizo grande en su falda.

Pero claro, tantos años pasan factura y poco a poco, piedra a piedra los cimientos van perdiendo fuerza a causa de tantos temporales que tuvo que soportar hasta que una trágica madrugada de invierno nuestro más preciado tesoro, el emblema de nuestro pueblo, lo que permanece en la memoria de todo aquel que visitó Constantina alguna vez no pudo resistir más y tras tres meses de incansable lluvia, la Torre del Homenaje dijo hasta siempre y como el agua que corría entre sus maltrechas grietas bajó colina abajo y se perdió en el tiempo. Quizás por el temporal o quizás también por el desinterés de los vecinos de nuestro municipio.

OH! Cuantas noches hemos mirado al castillo para verlo resplandecer desde su trono, cuantas mañanas hemos despertado y al mirar por la ventana hemos echado una primera vista a tus almenas alzándose hacia el cielo y cuantos recuerdos entre tus muros de piedra.

Tal vez el castillo siga ahí aunque sin la Torre del Homenaje pero ya nunca volverá a ser lo mismo pasear por el castillo sin alzar la vista para ver aquella majestuosa edificación, nunca volverá a ser como antes. Hemos perdido un vestigio de nuestro pasado y nuestra creación, la creación del pueblo de Constantina, algo de lo que todos los Constantiner@s deberían sentirse orgulloso.

Siempre quedará en la memoria de todos aquella imagen señorial del castillo esplendoroso en lo más alto presidiendo el valle.



¡Hasta siempre historia viva de Constantina!


* Articulo realizado por uno de nuestros socios Alberto Medina Rivas, el cual le agradecemos su colaboración*

jueves, 11 de marzo de 2010

HOMENAJE DESDE HACE SIGLOS.


El pasado 10 de marzo en horas nocturnas el Castillo de Constantina sufre un derrumbe de su Torre del Homenaje, debido al temporal tan inestable que lleva sufriendo desde hace unos meses nuestro municipio de torrenciales lluvias, vientos y nevadas, provoca la derrumbación de una de las torres más importantes que se conservaban aún en nuestro monumento más especial "El Castillo" que data desde el siglo XII, durante el asentamiento andalusí de Qusantiniyya, nombre que recibía Constantina en esta época, y además que se encontraba en el vecino cerro del Almendro.

Los moros de Constantina junto con los moros de Reyna entregaron a Fernando III los alcaçares en el año 1247. La entrega por pleitesía significaba que la población autóctona podía permanecer en su lugar y con sus propiedades y costumbres. Ya en 1253, el lugar de Constantina es mencionado como límite de la Tierra de Sevilla, desde entonces Constantina forma parte de la media montaña mediterránea de la Sierra Morena.
Dos siglos después, el Castillo de Constantina participó en las luchas entre las casa de Arco y Medina Sidonia. Ambos bandos utilizaron el Castillo en numerosas ocasiones como centro de cruentas acciones guerreras. En 1477 el rey don Fernando el Católico acudió a la serranía en busca de un acuerdo de paz. No se sometieron ni los vasallos de los nobles levantinos que dominaban la zona, ni el castillo de Constantina, que se encontraba en poder del duque por iniciativa propia se adueña de las llaves del castillo a los reyes.
Desde entonces, el castillo de Constantina vive en época de tranquilidad histórica hasta la guerra de la Independencia. Aunque realmente tampoco tuvo un excesivo protagonismo ya que los combates se desarrollaban en el monte, donde los jarales servían de defensa, o en terreno abierto.

La Torre del Homenaje estaba constituida por 12 metros de altura y se encontraba situada a la derecha de la entrada del recinto. Consta de 2 plantas y azotea que debió estar almenada.
la primera planta consiste en un departamento de forma elíptica cubierto por bóveda de medio cañón. La segunda planta está constituida por otros departamentos de igual forma que el de abajo, cuya bóveda está dividida en dos tramos por un robusto arco fajón, siendo uno de ellos de artista y el otro de cañón seguido. Las dos plantas no tienen comunicación entre sí, se entra al departamento alto por medio del paseo de ronda, y a su vez hay una escalera que comunica el departamento alto y la terraza.

Las otras dos torres que siguen a la del homenaje son las únicas que conservan la cubierta, encierran departamentos de planta circular con bóveda vaídas, es decir, bóvedas formadas por un hemisferio cortado por cuatro planos verticales y cada 2 de ellos paralelos entre sí.

Toda esta información solo son datos históricos que no provocan ninguna sensación, pero alguien se a preguntado como se sientes los vecinos de nuestro municipio, vecino mayores y jóvenes, que no importa la edad ya que todos se sientes desolados por el catástrofe producido, y lo único que hacemos es buscar un culpable, un culpable que nos resuelva el daño, pero el daño ya esta echo y no hay que buscar culpables sino buscar una solución para poder de nuevo restablecer nuestra Torre Homenaje, torre que ha visto generaciones de vecinos y que siempre a aportado a nuestro municipio situarnos en épocas pasadas. Esperemos que todo esto tenga en un futuro solución y que podamos de nuevo volver a ver nuestra torre, y esto nos sirve de lección para que los vecin@s cuidemos nuestro entorno y sepamos comportarnos como ciudadanos cuerdo además de respetar el entorno medioambiental y cultural en el que nos encontramos.

Esperemos volver a verla en un futuro.